La exposición al sol, una relajación de las rutinas, mala alimentación… En septiembre toca dejar atrás los malos hábitos y recuperar tu piel tras el verano, y los peelings resultan ser una excelente opción.

Aunque a continuación profundizaremos en el tema, sí que te adelantamos que se trata de una técnica de medicina estética que se adapta a múltiples problemas. Como verás, un peeling puede hacerse con distintos componentes: cada uno indicado para diferentes necesidades.

¿Qué son los peelings químicos y para qué sirven?

Los peelings químicos consisten en una exfoliación de la piel con sustancias seleccionadas en función de tus necesidades, que sirven para eliminar capas más o menos profundas.

Los resultados dependerán de la composición e intensidad del peeling elegido. Sin embargo, sí que podemos decir que la reducción de las arrugas y el acné y la eliminación de manchas y cicatrices son algunos de los beneficios que se pueden conseguir.

¿Qué tipos de peeling hay?

Un peeling químico puede tener varias intensidades, y la más alta ha de ir siempre de la mano de un profesional. ¿Cuál elegir? La decisión dependerá de tu problema y de lo que esperas del tratamiento. Vamos a verlo.

¿De qué se compone un peeling?

Una vez más, la composición dependerá de tus necesidades. Por ejemplo, el ácido láctico, el ácido mandélico y el peeling enzimático -dependiendo de la concentración- son suaves y cada uno se adapta a un tipo de paciente. El ácido láctico es una buena opción para pieles secas, mientras que el peeling enzimático lo es para las personas que no toleran bien los ácidos. El ácido mandélico, por su parte, sirve para tratar casos de acné no demasiado severos.

El ácido glicólico y el ácido salicílico son ya algo más intensos, y una diferencia fundamental es que el primero es un AHA (alfa hidroxiácido) y el segundo, un BHA (beta hidroxiácido). Ambos son apropiados para tratar el acné y limpiar los poros. El ácido glicólico, sin embargo, tiene también otras funciones como minimizar manchas y arrugas.

En peelings de intensidad media, pero algo más intenso, tenemos también el ácido tricloroacético. Entre sus funciones tenemos el tratamiento de arrugas, manchas, estrías y cicatrices. Eso sí, ten en cuenta que deberás dejar que tu piel se recupere durante una semana.

Por último, te hablamos de la exfoliación con fenol: un peeling de alta intensidad. Con el fenol logramos atacar problemas más severos como arrugas profundas, cicatrices por acné, decoloraciones y pecas y manchas. Debes tener presente, sin embargo, que es un tratamiento más agresivo que los anteriores. Esto implica que tendremos que usar anestesia local y que tu piel se inflamará y generará costras. Eso sí, los resultados después de las semanas de recuperación es notable.

¿Qué precauciones deberás tomar?

Una vez más, todo dependerá del peeling que elijas. No obstante, y aunque siempre es necesario, algo que es común en cualquier exfoliación es que después deberás proteger bien tu piel del sol.

En tratamientos más intensos, puede que te recomendemos evitar el ejercicio intenso y los cosméticos durante un tiempo.

Ahora que conoces los peelings químicos y sus beneficios, ¿quieres saber cuál es el más adecuado para ti? Contacta con nosotros y evaluaremos tu caso.

Abrir chat
1
💬 ¿Necesitas ayuda?
Scan the code
¿Necesitas ayuda?