Ya te hablamos en un artículo anterior de las diferencias que hay entre una abdominoplastia y una liposucción. Y es que esta última técnica, en la que nos centramos en este artículo, va más allá de tratar el exceso de grasa. De hecho, es una intervención que repara la separación de los músculos de la zona y da como resultado una remodelación del tronco, o lo que llamamos la prensa hipocrática.

Concretamente, en este artículo vamos a hablar del caso de las mujeres que han pasado por un embarazo y un parto y ven en esta técnica la solución a su problema. Aunque es una intervención que podemos hacer incluso en hombres, es cierto que las mujeres que han sido madres representan una gran parte de los pacientes. Pasado aproximadamente un año, cuando el cuerpo ya se ha recuperado o debería haberlo hecho tras el parto, es momento de considerar esta intervención.

Si necesitas ayuda para tomar esta decisión, sigue leyendo porque te contamos en qué consiste exactamente una abdominoplastia.

¿En qué consiste una abdominoplastia?

Para explicarte qué es una abdominoplastia, hemos de contarte primero qué es la prensa hipocrática, que contiene toda la estructura abdominal. En la parte posterior está la columna; a los lados, los músculos oblicuos, y en las partes inferior y superior, el suelo pélvico y el diafragma, respectivamente. Por último, en la parte anterior encontramos lo que va a convertirse en el foco de esta cirugía: los rectos abdominales.

Esto nos lleva al siguiente punto, y es que la abdominoplastia no es siempre solo una cuestión de estética. En los rectos abdominales, con el embarazo, a veces sucede lo que se llama diástasis abdominal. Se produce cuando estos músculos se separan. La zona se debilita, el abdomen se ve más abultado y, en el peor escenario, deriva en problemas como dolores de espalda o incluso una debilitación del suelo pélvico. En estos últimos casos, entre otros, la abdominoplastia va más allá del verse bien físicamente.

Ahora sí, ¿en qué consiste la abdominoplastia? Normalmente, haremos primero una liposucción para adelgazar el panículo adiposo, es decir, las capas de piel en las que se acumula la grasa. Luego pasaremos a la abdominoplastia en sí, que consiste en una plicatura de los músculos rectos para volver a cerrarlos y devolver la resistencia a la zona. Para ello, tendremos que hacer una cicatriz a nivel del pubis, por donde tensaremos la piel al final, y aislar el ombligo.

¿Cuándo podrás volver a tu vida normal?

Se trata de una intervención para la que usamos anestesia, por lo que sí que tendrás que quedarte ingresada durante 24-48 horas. En casa, además, deberás hacer reposo durante cuatro días antes de empezar a volver a la actividad. Eso sí, has de tener en cuenta que no recuperarás la normalidad hasta pasadas unas dos semanas, y que el deporte está contraindicado hasta pasado un mes.

¿Quieres saber más sobre la abdominoplastia? Solicita cita previa, cuéntanos tu caso y resolveremos todas tus dudas.

 

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