La reducción de mamas es una intervención que deciden hacerse muchas mujeres a las que el tamaño de sus pechos ocasiona numerosos problemas. No nos referimos a un tema estético -aunque puede darse el caso de que esta sea la motivación-, sino a un problema físico. 

Un tamaño excesivo de los pechos puede ocasionar dolor en la espalda, el cuello y los hombros, así como afecciones cutáneas. Incluso, en el peor de los casos, podría provocar trastornos posturales. Si es tu caso, puede que hayas decidido poner solución a este escenario. Y, como es normal, estarás inquieta respecto a cómo será el postoperatorio.

No te preocupes porque en este artículo queremos aclarar algunas dudas que, seguramente, te habrán pasado por la cabeza.

¿Cómo es el resultado de la reducción de mamas?

Algo que muy probablemente te preocupa son las cicatrices que puedan quedar. En todo caso, se hará una incisión alrededor de la areola y, muy probablemente, una vertical. Si tienes el pecho muy grande, podría ser necesario hacer también una en el surco submamario. 

Sea como sea, nosotros trabajamos siempre con incisiones cortas, que vayan a ser lo menos visibles posible. De todos modos, sí que te recomendamos que no las expongas directamente al sol durante un tiempo después de la operación. 

Por otro lado, en Herrero Jover Médicos siempre diseñamos nuestras intervenciones pensando en que duren en el tiempo y, por supuesto, en mantener la funcionalidad. Por eso, toda la operación se hará siguiendo una técnica quirúrgica fisiológica, de modo que no pierdas sensibilidad y, claro, que la lactancia siga siendo una opción para ti si decides ser madre.

Además, como último paso, haremos un sujetador interno con tu propio tejido. De esta manera, el resultado será permanente.

¿Y el postoperatorio? ¿Es doloroso? ¿Tendrás limitaciones?

Lo primero que hemos de decirte, para tu tranquilidad, es que la reducción de mamas no es dolorosa. Puede que notes alguna molestia, como quemazón en las cicatrices y una especie de “agujetas” que aparecen por la manipulación -superficial- del músculo pectoral. También es normal que haya algo de inflamación. Sin embargo, son molestias para nada excesivas que pueden tratarse perfectamente con analgésicos y antiinflamatorios. Tras unos 10 días, seguramente podremos retirar ya la medicación y pasarás a hacer una vida normal.

Ten en cuenta también que, al usar anestesia general, sí que tendrás que quedarte en la clínica durante un día. Esto lo hacemos, básicamente, por prevención y para ver que toleras bien los alimentos y eliminas correctamente esa anestesia. Al volver a casa, deberás hacer un poco de reposo durante cuatro días -no es necesario que sea total, pero lo mejor es descansar en la medida de lo posible- y luego podrás volver a tu rutina, aunque sin conducir hasta que hayan pasado 10 días desde la operación.

Como en cualquier operación, lo que más tarda es volver a hacer ejercicio físico. En este caso, nuestra prescripción es que interrumpas la práctica deportiva durante un mes. Así nos aseguramos de que todo cicatriza correctamente y de que ya estás totalmente recuperada.

Por último, te diremos que las suturas se pueden retirar entre los siete y los veintiún días desde la cirugía. Dependerá de lo rápido que te recuperes. 

Como ves, no se trata de un postoperatorio doloroso ni excesivamente limitante. Puedes sentir algunas molestias fácilmente tratables y, claro, deberás tener algunas precauciones durante las primeras semanas. Pero, de hecho, a no ser que tu trabajo sea muy exigente físicamente, podrás reincorporarte en pocos días. Ten en cuenta, además, que quedarás satisfecha con los resultados, sobre todo porque te librarás de las incomodidades que te hayan hecho tomar esta decisión.

¿Tienes más dudas sobre nuestra reducción de mamas? Contacta con nosotros, en Herrero Jover Médicos tenemos muy en cuenta tus expectativas e inquietudes.

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