El acné es una afección de la piel bastante común. Ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas, lo que puede causar comedones, espinillas, pústulas e incluso nódulos o quistes en los casos más severos.
El tratamiento del acné activo tiene tres objetivos principales:
- Controlar el acné.
- Prevenir cicatrices y daños en la piel.
- Minimizar la visibilidad de las cicatrices existentes.
El enfoque del tratamiento se basa en tres pilares fundamentales:
1. Tratamiento médico
Los medicamentos para el acné ayudan a reducir la producción de grasa, la inflamación y a tratar infecciones. Es importante tener en cuenta que los resultados pueden tardar entre cuatro y ocho semanas en aparecer, y el acné puede demorar varios meses o incluso años en desaparecer por completo. Tu médico elegirá un régimen de tratamiento según tu edad, el tipo y la gravedad de tu acné, así como tu disposición para seguir el tratamiento. Esto puede incluir lavados y aplicación de medicamentos en la piel dos veces al día durante varias semanas. A menudo, se combinan tratamientos tópicos y medicamentos orales. Para mujeres embarazadas, las opciones de tratamiento son limitadas debido a posibles efectos secundarios.
2. Intradermoterapia
- Mesoterapia: procedimiento mínimamente invasivo que consiste en la administración de microinyecciones de vitaminas, minerales y otros principios activos directamente en las capas medias de la piel. Este enfoque permite que los ingredientes activos (ácido hialurónico, vitaminas, antioxidantes, aminoácidos) lleguen directamente a la zona afectada, optimizando su efectividad y reduciendo los efectos secundarios sistémicos.
- Carboxiterapia: la inyección de CO2 mejora la circulación sanguínea en la zona tratada, lo que aumenta la oxigenación de los tejidos y promueve la regeneración celular. Además, el CO2 ayuda a reducir la inflamación y el enrojecimiento, y puede mejorar la apariencia de cicatrices de acné.
- Exfoliaciones o peelings químicos: Consisten en aplicar soluciones químicas, como ácido salicílico, ácido glicólico o ácido retinoico, para tratar el acné leve. Estos tratamientos pueden mejorar la apariencia de la piel, pero suelen requerir múltiples sesiones para mantener los resultados.
3. Tratamiento de cicatrices
Eliminar las cicatrices del acné puede ser complicado, y no hay un tratamiento único que funcione para todos. Las opciones incluyen:
- Cuidado de la piel en casa: Usar protector solar puede ayudar a reducir el contraste entre la piel cicatrizada y la sana. También, algunas cremas que contienen ácido azelaico o ácidos hidroxílicos pueden ser beneficiosas.
- Rellenos de tejido blando: Inyecciones de colágeno, grasa u otros materiales pueden ayudar a suavizar las cicatrices. Este método ofrece resultados temporales, así que es necesario repetirlo para mantener el efecto, y tiene bajo riesgo de cambios en el color de la piel.
- Radiofrecuencia facial: Este tratamiento puede reducir la visibilidad de las cicatrices sin afectar la capa externa de la piel.
- Exfoliación química
- Toxina botulínica A (bótox): Si la piel alrededor de las cicatrices se arruga, las inyecciones de bótox pueden ayudar a relajar esa área, mejorando así la apariencia de la cicatriz. Al igual que otros tratamientos, los resultados son temporales y requieren sesiones repetidas.
¿Cuál tratamiento es el adecuado para mí?
Cada caso es único y es importante realizar una consulta previa para evaluar tu piel y determinar el tratamiento más adecuado para ti.
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