¿Cómo podría mejorar la blefaroplastia el aspecto de tu rostro? ¿En qué consiste exactamente esta intervención? Esto es justo lo que queremos explicarte en el presente artículo: cómo una intervención ambulatoria puede hacer ver tu mirada notablemente rejuvenecida.

¿Qué es la blefaroplastia?

La blefaroplastia es una técnica con la que buscamos abrir tu mirada. Para ello, retiraremos el exceso de piel si tu problema es un párpado caido o encapotado. Si lo que te preocupan son las bolsas, lo que haremos es eliminar la grasa sobrante.

En definitiva, lo que conseguimos, por norma general, es combatir los efectos del envejecimiento en los ojos. Y es que cuando la piel pierde firmeza y elasticidad, hace que el ojo se vea más pequeño e incluso “triste”. De hecho, normalmente todos los pacientes superan los 35 años, aunque es cierto que hay pacientes más jóvenes que simplemente tienen una tendencia genética a las bolsas.

¿Cómo se hace una blefaroplastia?

Aunque la técnica utilizada dependerá de las necesidades específicas de tu rostro, la blefaroplastia es una intervención ambulatoria en la que usamos anestesia local. Por eso, podemos asegurarte que los riesgos son mínimos.

El primer paso, siempre, será hacer una valoración previa. Esto es fundamental porque en ningún caso queremos cambiar la expresión de tu mirada. Al fin y al cabo, los ojos tienen gran protagonismo en el rostro, y con esta intervención no queremos hacer cambios radicales. 

Una vez hecha esta valoración, procedemos a la intervención. Si solo hemos de trabajar con el párpado superior, lo único que tendremos que hacer es eliminar un huso de piel y retirar la bolsa de grasa, si es que la hay. En este caso, tardaremos apenas media hora y te irás a casa con un esparadrapo.

Para eliminar bolsas en el párpado inferior, hacemos una pequeña incisión en un lateral debajo de las pestañas, de modo que es prácticamente imperceptible. Retiraremos el exceso de grasa y tensaremos la musculatura con un punto interno. Es más, la intervención puede ser todavía más sencilla si tu piel ya es suficientemente tersa. En este último caso, no hará falta hacer incisiones porque podremos retirar la grasa de forma subconjuntival.

Pero ¿qué pasa si hemos de hacer correcciones en todo el marco de la mirada? Si hay que retirar mucha piel, podría ser necesario hacer incisiones un poco más grandes. No obstante, no tienes por qué preocuparte. Las cicatrices quedarán escondidas debajo del pelo, por lo que no serán perceptibles.

El postoperatorio

Como ves, es una técnica mínimamente invasiva, por lo que los riesgos son mínimos. Eso sí, es necesario que acudas a un profesional de confianza. Una blefaroplastia mal hecha sí que puede tener riesgos, como la ptosis del párpado, o caída. En otros casos, el párpado inferior queda demasiado bajo y esto provoca sequedad ocular.

En Herrero Jover Médicos contamos con una amplia experiencia en este tipo de intervenciones. Así, podemos garantizarte un resultado de calidad y mínimos riesgos. 

Para evitar complicaciones, como una conjuntivitis, tendrás que hacer reposo domiciliario durante 72 horas. Además, te indicaremos una crema y lágrimas artificiales que tendrás que aplicar durante estos días. Luego retiraremos los puntos y ya podrás hacer vida normal. Aunque sí que es cierto que podrás seguir apreciando los hematomas durante unos 10/15 días.

¿Quieres más información sobre la blefaroplastia? Contacta con nosotros y empezaremos con la valoración de tu caso.

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